Ahora que el Alakrana volvió a un segundo plano y que sus ocupantes secuestrados descansan en sus hogares quería dejar aquí un vídeo que muestra la realidad de tal acontecimiento desde el punto de vista contrario, no desde la sociedad del país rico que sufre el secuestro de su gente, sino desde la sociedad pobre que celebra el aumento de resultados de sus faenas desde que los piratas ahuyentan a los pesqueros europeos.
Antes de entrar en materia quiero dejar algo claro desde el principio. No quiero justificar una posible legitimidad de la actuación de los piratas con estos argumentos, estoy en contra de cualquier tipo de uso de la violencia por parte de cualquier bando. Mi objetivo, como viene siendo habitual, es mostrar que la realidad no es tan simple ni tan plana como podemos ver en los televisores desde el sofá de nuestra casa, normalmente hay algo más detrás. En este caso se pone de manifiesto algo que se viene diciendo desde hace tiempo: las desigualdades son una de las principales causas de los conflictos internacionales tanto entre países norte-sur, como sur-sur… Sin duda se trata de una realidad cada vez más aplastante, y en este país se puede comprobar fácilmente contando la cantidad de gente que llega a nuestras cosas en patera.
Hace unos días que leí varios artículos al respecto incluido este de Joaquim Sempere, profesor de teoría sociológica y sociología medioambiental de la Universidad de Barcelona. En dicho artículo se hace una recapitulación de los hechos que han sacudido Somalia desde 1991, cuando su organización política de hundió por completo. Ese momento fue aprovechado a nivel internacional para en primer lugar verter residuos tóxicos en la zona (revelados por un posterior tsunami) y después ocupar sus bancos de pesca por parte de países entre los que se encuentra España.
El mencionado artículo arroja la cifra de 450 millones de dólares para cuantificar los ingresos generados durante un año por parte de los pesqueros extranjeros en la zona. Resultado directo: disminución de las reservas de pesca en la zona ante la incapacidad de los pesqueros locales de recorrer mayores distancias en busca de mejores alternativas. Ante tal situación, grupos de voluntarios somalíes intentaron constituir un grupo llamado “Guardacostas Voluntarios de Somalia” que pretendían negociar con los pesqueros extranjeros para tratar de que redujeran su actividad en la zona o bien pagaran una tasa por ello. Es lo que hoy se ha convertido en la denominada “piratería somalí”.
Finalmente, Joaquín Sempere plantea la siguiente cuestión: ¿Quién son verdaderamente los piratas? Yo no pretendo dar respuesta a esta pregunta, esto lo reservo a los lectores, pero sí que me gustaría plantear una reflexión, y es que yo creo que somos nosotros (España) los culpables de la situación, con nuestra forma de actuar basada en el “neoimperialismo ecológico reforzado militarmente”, ¿cómo lo veis?
El video mencionado:
No más Alakranas. No más explotación de recursos por parte de nuestras empresas.
Buen día
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