Leo en la prensa de internet (Fuente: Agencia AFP) que España junto con otra serie de países se han reunido la semana pasada en París convocados por el ministro de Exteriores francés con idea de aplicar un impuesto a las transacciones financieras en beneficio de la ayuda al desarrollo.
El pasado mes de Mayo, el mencionado ministro francés (Kouchner) impulsó la creación de este grupo de trabajo para analizar la factibilidad de crear una tasa que supondría el 0,005% de cada transacción. ¿Que parece una cifra insignificante? Supondría nada más y nada menos que entre 30.000 y 60.000 millones de dólares anuales, según el secretario de Estado francés para la cooperación Alain Joyandet. La propuesta está siendo apoyada por las ONG, la UE, las Naciones Unidas y otros países pertenecientes al G20.
Aunque la idea es muy innovadora y suena como un tanto apuntado para el ministerio francés, ni de lejos es así. La gente del mundillo seguro que conoce la Tasa Tobin, sugerida por el economista James Tobin (Nobel de economía en 1981) allá en 1971. Se trata de un hipotético impuesto sobre el flujo de capitales en el mundo, es decir, lo que comentábamos antes. La instauración de dicha tasa a nivel internacional ha sido impulsada por ATTAC e Ignacio Ramonet.
Según reza Wikipedia sobre el tema: “Los movimientos por una globalización alternativa opinan que los ingresos que este impuesto produciría podrían ser una importante fuente de financiación para combatir la pobreza en el mundo, pero otros muchos, en especial los liberales de la escuela austriaca lo consideran una medida intervencionista especialmente perniciosa, al obstaculizar el libre comercio, perjudicando a los países más pobres, y presentar enormes dificultades de recaudación, gestión y utilización de los fondos”.
No se como se está resolviendo el tema, pero si alguno de los lectores pudiera aportar algo por aquí, se agradecería.
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